Durante varios días hemos seguido mediante el blog de Sebastian Álvaro el trágico rescate de este alpinista aragonés en el Latok II con el desenlace fatal que conocemos. Hoy mirando el periódico he encontrado este artículo de Oscar Gorgoza que, a mi parecer, vale muchísimo la pena. Espero lo disfruteis.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Dilemas/altura/elpepusoc/20090823elpepisoc_1/Tes
Vi tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido
domingo, 23 de agosto de 2009
martes, 18 de agosto de 2009
lunes, 10 de agosto de 2009
Aumenta la lista negra
Creo que todos los que hacemos deporte lo hemos pensado alguna vez: ¿y si me da un infarto? Hace unos meses me diagnosticaron bradicardia en una revisión médica. Tras visitar al cardiólogo me dejó más tranquilo al revisarme con más detenimiento. Sin embargo no descartó el riesgo de infarto a pesar de confirmarme que tenía un corazón fortísimo. Desde entonces no salgo sin pulsómetro ni una sola vez.
Me imagino que ahora con Dani Jarque y antes con otros muchos hemos vuelto a ver la luz de riego encendida. Es obvio que por su profesión, los deportistas de élite está especialmente vigilados en todo lo que a su salud se refiere, pero pasa.
Cada vez tengo más claro que cada persona tiene que disfrutar de lo que le gusta siempre con sentido común (también siempre el menos común de los sentidos), intentando llevar una vida que sintamos plena y morir, al fin y al cabo, cuando Dios quiera. Estos temas me tienen especialmente sensible desde que hace ya cuatro años murió la novia de mi hermano, Sabrina, de un fallo cardiaco con solo 18 años. Ella no era deportista. Ni siquiera le gustaba el deporte, pero le falló la máquina.
Sabrina, Puerta, Jarque y otros muchísimos a los que no le hemos puesto "cara" engrosan una lista muy negra. Solo mirar al cielo cuando hagamos lo que nos gusta y disfrutar de la vida lo máximo. Mi más sentido pésame.
Me imagino que ahora con Dani Jarque y antes con otros muchos hemos vuelto a ver la luz de riego encendida. Es obvio que por su profesión, los deportistas de élite está especialmente vigilados en todo lo que a su salud se refiere, pero pasa.
Cada vez tengo más claro que cada persona tiene que disfrutar de lo que le gusta siempre con sentido común (también siempre el menos común de los sentidos), intentando llevar una vida que sintamos plena y morir, al fin y al cabo, cuando Dios quiera. Estos temas me tienen especialmente sensible desde que hace ya cuatro años murió la novia de mi hermano, Sabrina, de un fallo cardiaco con solo 18 años. Ella no era deportista. Ni siquiera le gustaba el deporte, pero le falló la máquina.
Sabrina, Puerta, Jarque y otros muchísimos a los que no le hemos puesto "cara" engrosan una lista muy negra. Solo mirar al cielo cuando hagamos lo que nos gusta y disfrutar de la vida lo máximo. Mi más sentido pésame.
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