En un anuncio de algo que era bueno para algo decía que un deportista puede aguantar el frío, el calor, el sufrimiento, el dolor... pero no puede aguantar quedarse en casa sin salir a practicar deporte. Sin embargo, cuando tus ojos están como tomates, respiras por una pajita y tu nariz es una fuente gracias a unos records historicos en la concentración de polen de olivo (paradójico esto de ser alérgico al olivo en Jaén...), casi te enferma aún más el pensar en salir. Si además la astemia viene y se sienta contigo poniendo su mano en tu cabeza para que no la levantes, pues ayuda también. A esto le podemos sumar un extrañísimo e intenso dolor en el tobillo izquierdo durante unos días, sin motivo aparente que me ha dejado una inflamación y unas sensaciones un tanto extrañas en el pie. Así pues como que no. ¡También me salió una pequeña berruga muy molesta en la planta de ese mismo pie! Y no recuerdo yo de tuerto alguno que se fijase en mi persona, ni sé de nadie aficionado al budú o artes similares.
El caso es que por la tremenda y haciendo gala de mi brutalidad me puse fecha para terminar y marqué en mi calendario el día 3 de junio como fin de mi "rachilla" Y desde entonces ahí ando (porque casi no corro de lo despacio que voy!) Todavía muy muy lento (que nadie piense que el que escribe tenía records, victorias o marcas personales si quiera) y con las pulsaciones un poco altas. Me noto fuerte cuando puedo salir (porque lo de hilar fino para sacar un rato no es nuevo ni terminó el día 3) pero me falta ritmo y en ocasiones hasta motivación. Ayuda mucho el ver que nos juntamos otra vez de vez en cuando y a deshoras para hacer escapadas, que no entrenos, nocturnas en bici de montaña.
Ahora está en mente el duatlón de Jamilena para el próximo 7 de julio. Veamos lo que se puede hacer y si llego con, por lo menos, garantía de no reptar los últimos kilómetros de camino a meta.
Weekly summaries:
Dos ratillos buenos de estas semanas
Salud y kilómetros para todos!!!
