Nada decía Juvenal de tener además trabajo, familia... El caso es que los dos primeros años lo he llevado bastante bien, pero ahora, con la llegada de Paula a la casa he vuelto a recordar aquellos eneros en la biblioteca de la Universidad de Jaén o en el piso estudiando a deshoras y siempre con muchísimo sueño y un zumbidillo en la cabeza constante.
En fin, esperemos que esta frase no sea otra de las sátiras que tan famoso hicieron a este poeta latino y al final encuentre dicho equilibrio entre cuerpo y espíritu. si no lo consigo, con que los exámenes de febrero vayan bien y esta noche podamos dormir unas horitas seguidas me doy por satisfecho!!!

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