Hablaré de cómo al sonar la bocina miré a un lado y a otro y no había nadie. Cómo todos los duatletas salieron disparados y yo solo pensaba en no cascarme para poder hacer los otros dos segmentos. Intentaba disfrutar. Buscaba con la mirada un horizonte, una vista abierta, un lugar con el que fantasear.
Subidas de pie, agusto, con cadencia pero llega un momento en el que la bici empieza a patinar y gasto más energía en controlarla que en subir. Me bajo y miro. Intento no olvidar. Ahora para abajo. Divertidísimos 8 km. Hay gente que no se lo está pasando bien. Pinchazos o averías. Siempre pregunto y ayudo en lo que puedo. No soy el único. Vi hasta prestar una rueda. Otra lección de valores que deberían siempre ir ligados a la palabra deporte. Me siento orgulloso de pertenecer a este "colectivo"
Me quedan 3 km. y se que físicamente lo voy a pasar mal, así que traspongo distancias a lugares conocidos. He decidido que voy de paseo con Paula por la "Cueva de la Mona" y llegamos hasta el pozo de "La Vega". Le toca al cerebro ponerse a correr: ¿qué comeremos hoy?, esta tarde vamos a dar una vuelta los cuatro, tengo que preparar esto o aquello para mañana, ¿cómo habrán salido las fotos de Jose?, ya voy a volver por el mismo sendero... y de repente el pelo del brazo se eriza y oigo algo así como. -¡Vemos llegar a otro duatleta! ¡Dorsal 30 Paco Escalante!
Me voy a permitir levantar los brazos porque creo que he ganado.
Amazing!!!! La carne de gallina leyendo... Me siento muy orgullosa de ti BRODHERITO!!!
ResponderEliminarAmor fraternal, no me cabe la más mínima duda ;)
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