Vi tantas liebres correr sin sentido que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido
martes, 21 de abril de 2009
¡5 km de gloria!
¡¡Bueno, pues ayer, después de casi un mes sin hacer mucho volví a correr sin problemas!!
Al terminar la carrera de fondo "Ciudad de las minas" el 22 de marzo, supe que mi tendón rotuliano (esta vez el izquierdo) me iba a dar problemas. Así fue, esa tarde volvimos a casa y ¡no podía ni subir las escaleras! Esa noche un poquillo de reflex y una rodillera al día siguiente. Después me he tratado con hielo y radio salil, pero en un par de veces que salí a probar no pude pasar de los 20 minutos corriendo muy suave. Ayer ya aguanté los 5 km a buen ritmo (28' 49'', que teniendo en cuenta el título del blog...) Iba como un niño con zaptos nuevos, mirando el paisaje de la carretera por la que tantísimas veces he pasado, disfrutando del buen tiempo que hacía, viendo como las viñas están ya hechando hoja...
Lo que quería comentar era lo curioso que me resulta el hecho de una buena carrera: llegué y Elena (mi mujer) enseguida preguntó -¿Qué?- ¡Genial!, ¡pequeñas molestias al final pero como un reloj!- contesté muy sonriente. Enseguida estiramientos, ducha y para la rodilla hielo y pomada. ya me senté otra vez a trabajar un poquillo y a cenar con hambre. Vamos, ¡como un campeón profesional tras conseguir un éxito!
Estas cosas son las que aporta el running: sube la moral, aclara las ideas y te permite descansar, aunque sea durante 28', de vez en cuando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario