El sábado, después de un día completillo en Granada llegamos a Baños sobre las 6'30 h., y como Paula estaba tranquilica me calcé las zapatillas porque desde el viernes por la noche tenía la sensación de que podría correr. Yo creo que fue más por el fiasco que nos llevamos el viernes por la tarde, que cuando me estaba terminanado para subirme en la bici empezó a llover por "kilos", que porque sintiese algún tipo de mejoría.
Al final hice 40' muy suaves (139 p.p.m., 64% f.c.m.) todo por carriles, duros ya. El caso es que a los 25 o 30 minutos empezó a doler la rodilla y con un cabreo monumental se me ocurrió aumentar el ritmo y llegar a casa corriendo. Terminé asustado, pensé que hoy tendría un dolor fortísimo en la rodilla como otras veces. Sin embargo, estiré bien y me puse pomada y para mi sorpresa todo parece en su sitio.
He terminado una semana como hace mucho tiempo que no hacía con seis días de deporte y con ganas de más (hoy descanso obligado) Me siento bien. Espero que ya la rodilla termine de dar la lata. El jueves tengo la resonancia, y antes una semana bastante completa de trabajo. Nos iremos contando.
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