domingo, 27 de abril de 2014

Leer entre líneas

Cuando nos enseñan de pequeños a leer nos limitaron la tarea a la P con la A, o la T con la I. Nada nos dijeron de lo que hay detrás de las palabras o en la tinta con la que se escribe. De por qué se escribe ni a quién. Debe de ser por mi espíritu curioso, mi afán de aprender o simplemente porqué ahí se puso en mi camino, como una piedra callada, para que el que escribe ahora tropezase que ahora, en los momentos que atañen, entre la vertiginosa velocidad que es capaz de alcanzar la vida e intentando no marearme por ello, en los ratos de desvelo brinco por detrás de esas palabras y a veces, aunque sea de refilón, vislumbro la "vereda de la parte de atrás" (que dijera el poeta)

Con otra rotura en el menisco enturbié mis días meses atrás. Todo previsto para solventar el problema en marzo, la operación se suspende por motivos que aún desconozco (sinceramente ya "ni falta que me importan") y cuando ya debería estar trotando por el mundo de nuevo aún estoy mirando calendarios para ir fantaseando. Con molestias que dañan más lo mental que lo físico he convivido durante más de siete meses porque, por un motivo u otro, crean que mi tiempo no es tan importante ni mi enfermedad tan grave. 

Me jode reconocerlo pero es posible que sea verdad en este caso. Aún con el menisco roto, por hacer las cosas despacio, me fuí a correr en la San Silvestre de Bailén. La que fue mi primera carrera popular, y la que me niego a que sea la última. Es especial por más cosas, Es especial por el ambiente, porque en esa primera edición fuí solo y allí encontré a amigos. Porque desde entonces se empezó lo que ya casi es tradición de ir todos los años. Tendreis que reconocer, que fue una suerte que en un principio pensaran que mi dolencia era muscular, ¿no? 

Cuando ya se supo lo que había me recomendaron fortalecer cuádriceps y tuve que ir al gimnasio de vez en cuando. Así que allí he pasado muy buenos ratos con mi hijo que "se empeña" en ir con su padre para "ponerse fuerte como Hulk, Spiderman, Ironman..." (¿será esto prefacio de otra historia?)

Sin embargo, eso no era del todo el rato que yo me dedico a mí mismo. Necesitaba sudar, notar el corazón en el pecho. Oirme respirar. Sentirme vivo. Para ello, primero un ratillo en el rodillo, después más ratillos, una peli, otra... y llegó el buen tiempo. Cuando he podido, pero la verdad es que lo que he podido, sin casi acordarme de mi rodilla, lo he disfrutado. Las marcas en mi culata me recuerdan Alcaudete, la ruta de las aldeas que tantas ganas tenía de hacer por carretera, alguna Garza, alguna de Zocueca, "verea" de las aguas... Y paisajes dignos de la primavera. Verde y radiante, lleno de agua y de vida. La verdad, no recordaba que prepararse para una operación de menisco fuese tan divertido!!! ¡¡¡Por suerte he tenido dos meses extra!!! que luego en verano no es tan bonito. 

Pero en realidad no siempre lo llevo tan bien. A veces me enfado, lo mando todo a la mierda y no quiero saber nada de este puto chasis que visto. Así que me levanto a las tantas de la madrugada, cojo la mochila y los bastones y me largo a mirar a la gente desde arriba. Muchas veces, tomar otra perspectiva es bueno para ver mejor los caminos y posibilidades que van surgiendo. Una vez arriba, ya empiezo a bajar al mundo de otra manera. Menos mal que no me operaron porque llevo dos más en mis haberes y los sueños de otros mil pendientes. Dos meses de retraso. ¡Qué bien!

Pues sí señor. Ahora ya toca levantarme. El 15 de mayo paso por chapa y pintura de nuevo. Parece que el menisco no es el mismo que la vez anterior y que la recuperación estará en torno a un mes. Total, en mayo siempre estoy hecho mistos con la alergia... qué más me da quedarme en casa tumbado unos días. Además, seguro que después me recomiendan empezar a nadar un poco para ir recuperando. Así nos vamos metiendo en faena que viene el triatlón de Pegalajar y el otro día en un desvelo estuvimos hablando de que volveríamos y yo no he tocado el agua en toooooda la temporada!!! ¡Los hay afortunados, oiga!

En estos días, poca leche porque como no me operaron pude estar procesionando con mi cofradía de la Virgen de los Dolores ;)

Moonth Summary:

Y como la mente no puede estar quieta, el jueves nos vamos a la I Doble Maratón MTB "Ciudad de Bailén"

miércoles, 16 de abril de 2014

Cuando lo "mucho" es muchísimo

Y es que casi 100 km de coche para hacer 50 en bici son muchos. Éramos 10, y había que llevar las bicis. Éramos muchos. Y es que después de un día de "farra" ponerte en pie a las 6'30 de la mañana era demasiado...

Pues ná, que allí estamos como, iba decir clavos pero mejor... ¡trapos! La furgo de Antonio y la mano de Gabi cargan las nueve bicis que nos juntamos al final y desde el minuto uno empiezan la guasa. Buen viaje sí señor. Tampoco se me figuró tan largo, la verdad...



Llegamos, descargamos rápido, nos cambiamos y a rodar. Ya los cuerpos iban de otra manera oye... Una ruta preparada con cariño, en la que nos pretenden mostrar lo más representatativo de aquella zona. Dice Manolo que no es la más bonita, pero a mí personalmente me encantó. 


Salimos en una circular en torno al pueblo para calentar las piernas antes de encarar la subida a la Sierra de orbes. Desde ahí un ratillo de la magnífica Via verde que nos podría llevar hasta Puente Genil, donde nos nos resistimos a meter plato para rodar un poquillo más fuerte. Imposible no fantasear en este tramo con que Paula y Paco crezcan un poquillo más y... un poco más alante nos salimos hacia el Cortijo "las Palomas" y tomamos un carril que nos lleva hasta Noguerones teniendo ya nuestros primeros contactos con el río Vívoras, dejandonos a la vista algunos pasos dignos de guardar en la retina. Subimos un poco hasta llegar a la balsa de Tumbalagraja, donde poco más adelante haríamos el avituallamiento y por el tiempo decidimos acortar un poco y volver por la carretera, subiendo unos cuantos km de una carretera que siempre picaba hacia arriba invitando a quemar ya lo poco que nos quedaba en las piernas.


Al final, rato de convivencia y mil historias de las que nos gustan a los que hacemos esto.

Sublime preparación por parte de Manolo y sus compañeros del MTB Alcaudetense y quedaron habladas las tornas en Baños porque compartir esto es lo que nos da vidilla.

Gracias señores, nunca de tanto se sacó tantísimo.






martes, 1 de abril de 2014

Nunca es lo mismo

5'30 h. de la mañana de un sábado. Media hora antes que entre semana y es que... ¡qué coño! ¡es fin de semana!... siempre no va a ser igual.

En pie con pereza y mecánicamente me voy al cuarto de baño. Lo primero una ducha. Salgo, ya con los ojos abiertos, y la cafetera es lo que me los mantiene ahora. Otra bonita costumbre es la tostada. Aceite de la tierra y tomate. Desde la cocina repaso mentalmente todo lo que hay sobre la mesa y siempre siempre añado algo que olvidé ayer. 

Meto primero la ropa seca con la que me cambiaré cuando termine, después la comida: bocatas abajo y fruta encima. Alguna barrita o galleta la dejo fuera, porque va en un bolsillo exterior. A un lado llevo el agua y al otro un bidón con sales. La navaja, el pequeño botiquín con los parches para las ampollas, la linterna (¡para qué querré yo la linterna!) 

Al salir cojo los bastones, que los deje preparados en la puerta de casa, y me calzo las botas. En la mano llevo las zapas para el final del día (porque ahora no tienen otros menesteres)

Es de noche, y lo primero que hago al poner el pie en la calle lo primero que busco es el cielo: estrellado, nuboso, con luna llena... nunca es igual.

Siempre sonrío, para adentro y hacia fuera. Doy gracias. También siempre doy gracias. 

El punto de encuentro está cerca de casa. Allí, con unos un día y con otros otro hay saludos, choques de manos, palmaditas y ¡hasta besos y abrazos!
(Foto de Amalia)
Coche, musiquita de viaje, pero baja. Siempre la conversación está por encima porque es el momento de esto. De lo que hablemos no es lo importante. A ratos hasta andamos callados. Pensando. Nos reímos y bromeamos con la vuelta y lo "perracos" que estamos. A veces, también es verdad, que subimos la música. Pero solo si la canción lo merece, ¿eh? ¡Cualquiera no vale! Amanece, suelo girar la cabeza y buscar la salida del Sol. Parada (si procede) y café.

Nos acercamos al lugar de visita, buscamos el camino, confusión y marcha atrás, y llega uno de mis momentos favoritos: parar el coche y bajar. Ahora lo que mis ojos buscan es la cima. Allí hay más que una meta. Es un paso en nuestro camino. Un camino con subidas, bajadas, curvas y rectas... en fín, lo que es un camino... unos parecidos a los otros pero jamás lo mismo.



La subida es subida. No soy capaz de describir esto. No puedo. Me vería limitado a las palabras y sería muy pobre la descripción. Se quedaría vacía y ni yo explicaría ni vosotros (si no lo habéis VIVIDO) lo entenderíais. 







Arriba hay abrazos y palmadas otra vez. Fotos y a mí me gusta mirar. Me lo quiero llevar todo, todo en la cámara para los que he echado de menos esta vez (desgraciadamente -o afortunadamente por tener a tantos- siempre a alguien) pero a la vez soy consciente de que siempre siempre me llevo algo en mi retina. Para mí. Para los sueños de esta noche, para contarle a mis hijos o a quien falte ese día. No a todo el mundo. Porque limitado a palabras podría ser aburrido. 







Ahora para abajo, buscar un "trascacho" y la comida. Suele ser más pausada. Relajada. Hasta hay tiempo para las reflexiones, más o menos profundas, aunque las más de las veces terminamos llorando de la risa por alguna "pollada"!!! Unas veces unas y otras otras... ¡diferentes!

Terminamos la ruta y llegamos a los coches. El último vistazo atrás y una sonrisa interna. Yo siempre pienso: -Ahí he "estao" yo-


Ruta acabada, felicitaciones, ropa seca y cambio de botas por zapatillas. Acordamos el sitio de encuentro para tomar unas cervezas. Subimos al coche y deshacemos el camino. Más conversación, más música, más silencios. ¡Ahora hasta algún ronquido se escapa!


Luego hay más vida. Unas veces alargamos con los niños. Otras, sale el "alma pirata" y me da por descumplir quince años.




Ya vendrá el dolor de rodilla y me acordaré del momento en que decidí subir allí y... volveré a sonreir.

Sed felices. :)

Este tiempo me dio para: 
Febrero:
Marzo: