jueves, 3 de noviembre de 2011

Las lágrimas de Juanito

Y es que llevo todo el día dándole vueltas al mismo asunto. Será por mi profesión y por la vocación o por lo humanista de mi oficio. Tampoco tengo la certeza de tener la razón y eso me causa angustia, porque en estas posiciones, lo crean o no señores y señoras, un error puede causar un efecto "mariposa" de daños irreparables. Y es que esto ha ocurrido como cuento:

Ayer corregí a un alumno al que reproché un trabajo de una calidad ínfima en comparación a su posibilidad y potenciál. Mi manera de corregir y mostrarle que sabe y puede hacerlo muchísimo mejor, de enseñarle que las cosas bien hechas son duraderas, de ayudarle a no conformarse con lo fácil y no quedarse en medio de la subida porque estás cansado, fue, tal vez desproporcionada, hacérselo repetir.

Pues bien, hoy he recibido una nota de sus papás en le que me dicen que no están de acuerdo con la medida que tomé en ese momento y "pidiéndome" con letra mayúscula y significativamente más grande que el resto "QUE ESTE INCIDENTE NO SE VUELVA A REPETIR"

Mi indignación y desilusión quedaban en un segundo plano cuando llamo a Juanito a mi mesa para corregir los deberes y me pregunta con los ojos lagrimosos:

- Maestro, ¿estás enfadado?
- ¿Qué has hecho para que me enfade contigo?
- No, si digo por la nota.
- Pero tú no has escrito la nota, ¿cómo me voy a enfadar contigo?
- Ya pero como tenía prisa por ir al fútbol e hice los deberes corriendo...
- Eso está arreglado Juan, ya los has repetido y los has hecho bien.
- Ya pero... yo le dije a mi padre que no escribiera esa nota.

En ese momento sus lágrimas ya habían saltado de sus ojos.

5 comentarios:

  1. Duro amigo muy duro eso de educar.
    No conozco a nadie sensato que no lo haga lo mejor que sepa.
    Sin mas vueltas, viviendo y aprendiendo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad...te doy animo y te recomiendo todo tu esfuerzo en una profesión tan dura a mi humilde entender como la tuya. Saludos amigo.

    ResponderEliminar
  3. Siempre lo he pensado y asi lo demuestras,ser profesor es algo muyyy duro y mas aun con padres como los de hoy en dia,quizas la culpa de todo no radica en los niños,ni en el profesor,porque fuese o no la medida mas acertada,cada accion conlleva una consecuencia y en ese caso fue repetirlo,pero creo que quizas deberia existir una clase donde todos los padres tuvieran la obligacion de ir a aprender,a aprender que el docente es el que enseña,y que con casos asi solo se desautoriza al profesor,lo cual no creo que haga el mejor efecto ante el alumno,asi que nuestros politicos en el programa electoral que incluyan mas clases para padres en vez de tantos recortes.

    ResponderEliminar
  4. Pez, creo que hasta los insensatos intentan educar correctamente, pero no saben hacerlo mejor.

    Javi, debe de haber un momento en nuestra madurez que al crecer físicamente rompemos algún cable de nuestro cerebro y nos hace peores personas: "adultos" nos llaman, ¿no crees?

    Gracias a los dos!

    ResponderEliminar
  5. Trigord, creo que lo principal es tener claro que todos (padres y maestros/profesores) remamos para salvar el mismo barco. Si cada uno lo hacemos para un lado...

    Un saludo y gracias!

    ResponderEliminar